Alergia al huevo
La alergia al huevo de gallina es la causa más frecuente de alergia alimentaria en los niños. Aparece fundamentalmente en los 2 primeros años de vida, sobre todo entre los 6 y 12 meses, dado que es la edad de introducción del huevo en la dieta.
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Afecta a un 0,5-2,7% de la población general en los primeros años de vida, aunque si nos referimos exclusivamente a sensibilización alérgica a huevo, con/sin presentar clínica, las cifras llegan a un 5% (esta diferencia se produce porque, de modo rutinario, a muchos lactantes con alergia a leche de vaca o con dermatitis atópica se les realizan las pruebas de alergia a huevo de modo precoz, cuando todavía no han ingerido clara de huevo ni han tenido clínica, dada la alta posibilidad de que coexistan las 3 entidades).
COMPOSICIÓN PROTEICA DEL HUEVO:
La mayoría de las proteínas alergénicas se encuentran en la clara del huevo, siendo los alergenos más importantes la ovoalbúmina (la más frecuente en las sensibilizaciones) y el ovomucoide (proteína altamente resistente al calor, se considera responsable de la persistencia de la clínica con los años).
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La yema también contiene proteínas que pueden producir alergia (pe. apovitelinas, a-livetina o albúmina sérica), pero con menor frecuencia e intensidad. Además, puede existir reacción cruzada entre proteínas de clara y de yema. Sin embargo, la mayoría de los niños con alergia a huevo, toleran la ingestión de yema.
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En niños con alergia a huevo se ha observado con frecuencia sensibilización a carne de pollo (por pruebas cutáneas o en sangre positivas) pero solo < 5% de estos presentan clínica con la ingesta de carne.
Sin embargo, cuando la sensibilización es a una proteína de la yema (la a-livetina), al estar presente en plumas, carne y huevo de gallina, puede producir lo que se conoce como «síndrome ave huevo» en el que aparecen síntomas tras inhalar partículas de plumas, tras ingerir huevo (yema) o tras ingerir carne de gallina. Esta proteína se destruye con el calor. Además tiene una alta reactividad cruzada con proteínas similares de plumas de otras aves (loros, canarios, periquitos) produciendo síntomas por inhalación.
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COMO SE COMPORTA LA ALERGIA A HUEVO?:
Como ya hemos visto, la mayoría de los niños con alergia a huevo reaccionan solo con la clara, por eso lo más frecuente es que en un principio toleren la ingesta de yema cocida y, cuando se introduce en la dieta la clara, aparecen los síntomas. Los síntomas son generalmente inmediatos a la toma, destacan los cuadros cutáneos, y en 2º lugar los digestivos y respiratorios. Es muy frecuente que se asocie a la alergia a huevo con dermatitis atópica, en cuyo caso la clínica puede ser exclusivamente un empeoramiento de la dermatitis.
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Al igual que ocurría con la leche, pueden aparecer síntomas por vías diferentes de la ingesta, por ejemplo cuadros cutáneos por contacto o síntomas respiratorios por inhalación de partículas.
COMO SE TRATA LA ALERGIA A HUEVO?:
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El único tratamiento es evitar la ingesta de huevo (de todo tipo de aves) y de todos aquellos alimentos que lo contengan, mediante una dieta más o menos estricta, según el grado de sensibilización del niño y la historia clínica previa. Por ejemplo, en casos de sensibilización leve se puede plantear una provocación con yema o clara cocida, para valorar la posibilidad de restricción parcial del huevo. Muchos niños toleran además el huevo en rebozados o productos de repostería.
A diferencia de la leche, el huevo no es un alimento imprescindible en la dieta desde el punto de vista nutritivo y se puede eliminar sin problema. En estos niños la mayor complicación es que, si han de seguir una dieta de exclusión estricta, el huevo puede aparecer en numerosos productos habituales y al ser niños algo mayores y con cierta independencia, habrá que tener especial cuidado en lo que comen. Es fundamental hacer partícipe al niño de su alergia e informarle bien, y además, si el niño va a comer fuera de casa, avisar en el colegio, comedores, restaurantes, padres de amigos, etc… tanto de la alergia como de su tratamiento en caso de ingestión accidental.
Podemos encontrar huevo o sus proteínas en: productos de pastelería, hojaldres, pan rallado, pastas, fiambres, patés, embutidos, sucedáneos de huevo, caramelos, quesos, gelatinas, consomés, sopas, algunas margarinas y salsas.
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Puede encontrarse como alimento oculto en numerosos productos (mirar siempre en las etiquetas si aparecen proteínas de huevo), o también puede contaminar utensilios de cocina (por ejemplo, el aceite en el que se ha cocinado previamente huevo). Existen distintas asociaciones de pacientes con alergia a alimentos en las que se proporcionan consejos prácticos para la evitación de huevo y otros alimentos (Ver apéndice 2).
Algunos medicamentos, preparados vitamínicos, gotas nasales o inductores anestésicos como propofol, pueden contener lisozima u otros derivados del huevo.
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Ciertas vacunas víricas (gripe, fiebre amarilla, triple vírica) al estar cultivadas en embrión de pollo pueden contener pequeñas cantidades de proteínas de huevo, aunque el riesgo de que produzcan reacción es muy bajo y generalmente los niños con alergia a huevo las toleran perfectamente. Hasta hace un par de años existía un preparado de triple vírica no cultivado en embrión de pollo: Triviraten®, que estaba indicado en niños con alta sensibilización. Hoy en día ya no se comercializa, y existe otro preparado similar (Moruviraten®) aunque sólo incluye sarampión y rubéola (no paperas). La indicación o no de estas vacunas especiales vendrá dada por el alergólogo o pediatra.
EVOLUCION NATURAL DE LA ALERGIA A HUEVO:
Al igual que ocurría con los alérgicos a leche de vaca, es fundamental un seguimiento periódico en estos niños, ya que con una dieta estricta de eliminación del huevo, pueden terminar tolerando su ingesta, incluso manteniendo las pruebas de sensibilización positivas. Según los últimos estudios publicados acerca de la evolución natural de esta alergia, una cuarta parte de los niños pierden la sensibilización al año o 2 años, y más de mitad tras 4 años.
Será necesario repetir periódicamente la evaluación clínica + pruebas cutáneas y determinación de IgE específica en sangre +/- provocación oral. El problema es que hoy en día no existe ninguna prueba que no sea la provocación oral con el huevo crudo que asegure completamente la tolerancia al huevo, sin embargo se estudia la utilidad de pruebas menos cruentas (por ejemplo, niveles cuantitativos de IgE específica en sangre o evolución de la positividad de las pruebas cutáneas) en la valoración de dicha tolerancia evolutiva.
ANEXO 1:
NORMAS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE INMUNOLOGIA CLINICA Y ALERGIA PEDIATRICA (SEICAP).
NORMAS DIETETICAS PARA ALERGICOS A HUEVO:
1.Alimento prohibido: huevo natural o cocinado bajo cualquier forma. | |
2.Alimentos que pueden contener proteínas de huevo:
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3.Algunos pacientes muy sensibles pueden reaccionar con pequeñas cantidades de proteínas de huevo presentes en alimentos elaborados y que pueden figurar en las etiquetas de los alimentos como:
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4.Se deben también evitar los huevo de otras aves: pavo, pato, gaviota, codorniz… |
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5.Pequeñas cantidades de huevo pueden contaminar los utensilios de cocina y no debe utilizarse para el paciente el aceite en el que se haya cocinado previamente huevo. No utilizar batidoras que hayan servido para preparar alimentos con huevo para el resto de la familia. |
ANEXO 2:
DIRECCIONES UTILES EN INTERNET.
Asociación Española de Alergia a Alimentos y Látex (AEPNAA).
Av. Del Manzanares, 58. Madrid 28019. Tel: 915609496.
www.aepnaa.org
Unidad de Alergia Infantil del Hospital La Fe. Valencia.
www.alergiainfantillafe.org/alergiaalimentaria.htm
Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica.
www.seaic.es
Sociedad Española de Inmunología Clínica y Alergología Pediátrica.
www.seicap.es
www.foodallergy.org
(página oficial de «The Food Allergy and Anaphylaxis Network», en ingles).
www.alergotienda.com
(tienda virtual de productos para el alérgico. Orense).