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Vacunas Sublinguales

En este artículo se exponen las características de un tipo de vacuna alergénica moderna, que no precisa de inyección, para su administración; la VACUNA SUBLINGUAL.

OBJETIVO DE LAS VACUNAS ALERGENICAS:

Para el tratamiento de la alergia respiratoria (rinitis y asma), el alergólogo, además de un buen tratamiento con fármacos, que alivien la inflamación alérgica, suele recomendar la iniciación de una vacuna alergénica específica.

La vacuna alergénica es específica porque contiene el alergeno causante de la enfermedad del paciente. Los alergenos más frecuentes en Galicia son los ácaros domésticos Dermatophagoides pteronyssinus y el pólen de gramíneas.

La vacuna modifica la evolución de la enfermedad alérgica respiratoria hacia la mejoría, mejorando la calidad de vida del paciente, mediante la reducción de síntomas y el consumo de medicamentos. Incluso, en un número muy importante de pacientes consigue la remisión de la enfermedad alérgica respiratoria (desaparición de las molestias).

La vacuna generalmente se indica cuando un paciente alérgico presenta síntomas nasales o bronquiales frecuentes, a pesar de unas correctas medidas de prevención ambientales.

Cuando uno esté en tratamiento con vacunas, debe estar practicamente libre de síntomas, por lo que, es posible que al principio tenga que compatibilizar la vacuna con otras medicinas.

Por todo ello, el primer objetivo de la vacuna alergénica es mejorar a uno de sus molestias. Esto se produce restableciendo la normalidad del sistema inmunológico, induciendo una tolerancia a la sustancia que le causa la enfermedad.

El segundo objetivo es que el efecto positivo se mantenga, al terminar la vacunación, para lo que se necesita un tiempo mínimo de tratamiento de entre 3-5 años. Es el único tratamiento, de que disponemos en la actualidad, que puede conseguir una mejoría persistente.

Otro de los objetivos de las vacunas alergénicas es, en los pacientes con rinitis, la prevención de la aparición de asma. Se considera que el riesgo de presentar asma, en un paciente con rinitis, es aproximadamente del 20% en los alérgicos a gramíneas y del 40% en los alérgicos a ácaros. Este riesgo baja al 5%, si el paciente se vacuna.

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VACUNAS SUBLINGUALES:

Disponemos, desde hace unos años, un nuevo tipo de vacunas alergénicas eficaces, alternativas a las pinchadas, llamadas sublinguales.

Su ventaja es que no hay que pincharse, y, por su buena tolerancia, se la administra el propio paciente en casa. Su desventaja es que hay que administrarla, un mínimo de, 3 veces por semana. Por lo que, se necesita ser cumplidor en su administración, para alcanzar un beneficio con ellas.

Este tipo de vacuna se suele recomendar fundamentalmente a personas que tienen miedo a las agujas, niños o personas con síntomas estacionales.

Su forma de administración consiste en un líquido, con la sustancia que nos da alergia, que se coloca debajo de la lengua. Normalmente se mantiene un par de minutos y luego se traga. En poco tiempo, dispondremos de este tipo de vacuna en forma de pastilla, que se disuelve en la boca. Lo cual, facilitará todavía más su administración.

Las vacunas sublinguales suelen ser muy bien toleradas, presentándose, en ocasiones, una intolerancia local, con picor en la boca, inflamación local leve o molestias digestivas. Las molestias digestivas suelen mejorar si la administramos después de haber comido algo. En el caso de que no se tolere, se necesita bajar la dosis, hasta aquella dosis que se tolera bien. Manteniéndose, a pesar de bajar la dosis, el beneficio en la mayoría de los pacientes.

En el caso de los pacientes alérgicos a pólenes, la vacuna se suele empezar antes de la polinización y se mantiene hasta terminar la estación polínica. Se necesitan de 3-5 estaciones polínicas con vacunación para conseguir un efecto persistente.

En el caso de los pacientes alérgicos a ácaros o epitelio de animales, la vacuna se administra todo el año. Una vez que el paciente lleva un tiempo de vacuna, generalmente 4-12 meses, se suele ajustar el resto del tratamiento. Puede ser que, ya en esta fase, pasemos a necesitar tratamiento con las otras medicinas de forma ocasional.


EVOLUCION DE LA ALERGIA RESPIRATORIA CON VACUNAS:

La mayoría de los pacientes en tratamiento con vacuna alergénica mejora (alrededor de un 80%). Hay dos tipos de mejoría, unos pueden mejorar ya desde los primeros meses del inicio de la vacuna, y otros tienen una mejoría gradual, de año en año van mejorando, hasta que al cabo de 3-5 años, estan sin síntomas o con necesidad de otras medicinas de forma intermitente. Por supuesto que, no todo el mundo mejora, por lo que, al menos, una vez al año, se debe hacer una valoración de la efectividad de la vacuna, y cambiarla si el paciente no mejorase.

El tiempo medio de tratamiento es alrededor de 5 años. El mínimo son 3 años. Si se interrumpe antes la vacuna, uno puede recaer pronto. Cuando uno ha mejorado, se considera que se puede parar la vacuna, cuando lleve 2 años libre de síntomas o a los 5 años de tratamiento.

Otro de los beneficios de la vacuna es, que si uno ha mejorado, este beneficio puede perdurar al terminarla, si la vacunación es prolongada (más de 3 estaciones poínicas, en los pacientes alérgicos a pólenes, o más de 3 años, en los pacientes alérgicos a ácaros). Pudiendo persistir la mejoría, al menos 5 años en la mayoría de los pacientes (75%). Dependiendo de diversos factores (grado de alergia, medio ambiente, etc), hay pacientes que pueden necesitar revacunarse. En el peor de los casos, si uno volviese a tener de nuevo las molestias, volverá a mejorar al revacunarse.

Por todo ello, te animamos a consultar con tu alergólogo,
la posibilidad de vacunarte, si tienes alergia respiratoria (rinitis o asma).

Si tienes alguna pregunta sobre las vacunas,
puedes mandárnosla a:
info@sgaic.org